lunes, 1 de junio de 2020

SEMANA 2 - PERIODO 2 (ESPAÑOL)



 
 
INSTITUCIÓN EDUCATIVA
LICEO ALEJANDRO DE HUMBOLDT
 GUÍA DE TRABAJO DURANTE LA CUARENTENA POR COVID-19
PERIODO II
SEMANA N° 2: JUNIO 1 AL 5 DE 2020
AÑO LECTIVO 2020


PÁG. 1
GRADO
10
DOCENTE: MARÍA UGENIA CARLOSAMA MARTÍNEZ                          ASIGNATURA:LENGUA CASTELLANA
Tema N° 1: el comentario crítico.
QUÉ SÉ DEL TEMA  1: ¿qué es un comentario crítico?, ¿Cuál es su estructura?
QUÉ VOY A APRENDER
TEMA 1:
Definición: el comentario crítico de textos es un ejercicio de análisis de las ideas y la organización de un texto que nos permite contrastar las opiniones ajenas con las propias; por lo tanto, se trata de una actividad de gran utilidad para formarte tanto intelectual como personalmente. De este modo, podrás tener una visión más objetiva, rigurosa, y, por tanto, madura, del mundo que te rodea. Todos sabemos criticar y estamos acostumbrados a ello, pero no conocemos habitualmente las técnicas para hacerlo correctamente (Trivium, s.f.).
Lee el comentario del texto muerte en la carretera y reconoce los siguientes elementos:
a. Fase previa: reconoce palabras desconocidas, busca su significado y subrayado las palabras claves.  b. Resumen del contenido del texto: con tus palabras escribe lo más importante del texto. c. Reconoce el tema. d. Comentario crítico: cuales son los argumentos (justificaciones, razones o los por qués) que expone el autor. f. Conclusión: qué solución plantea el autor a esa problemática (la conclusión de un texto es el último párrafo).
Elaboración de un comentario crítico.
ACTIVIDAD ENTREGABLE
1. Un comentario crítico del texto “Muerte en la carretera”
AL FINALIZAR DEBO SABER
TEMA 1: realizar un comentario crítico del siguiente texto:
Muerte en la carretera
                                                                                    Por: Carlos Colón
Más de setenta muertos se han cobrado ya las carreteras. Y aún no ha mediado la Navidad. Ni ha llegado la noche horrenda con la que tantos parecen querer despedir un año y recibir otro luciendo todas las galas de su ruidosa vulgaridad y su estulticia. ¿Qué cifras tendremos el siete de enero? ¿Qué siniestro regalo de vidas truncadas, familias deshechas, amores y amistades rotas, nos dejarán este año los Reyes Malos de la velocidad y los coches? ¿Cuántas soledades no empezarán estos días? ¿Cuántas miradas de amor no tendrán como objeto más que las fotografías?
Mueren los fumadores, víctimas de su placer. Mueren los bebedores y los drogadictos, víctimas de su insatisfacción. Mueren los enfermos, víctimas de males contra los que miles de científicos y médicos luchan a diario. Pero, ¿de qué es víctima quien muere en la carretera? ¿Del placer de la velocidad? ¿De la sensación de poder que da conducir una máquina poderosa y bella? ¿Del mal estado o trazado de las carreteras, o de fallos mecánicos? Éstos serían los menos. Tengo para mí que la mayoría muere a causa de la despreocupación y del azar. Serían síntomas que harían de esta muerte la más representativa de un estado de cosas en el que desde hace ya muchos años vivimos.
Sobre el azar poco hay que decir. Sólo que la carretera le da más posibilidades de jugar con nosotros de las que ha tenido nunca: dos máquinas buscando una circunstancia en la que su encuentro sea mortal para quienes van en ellas. Algo fatídico, en lo que cuentan décimas de segundo. En cuanto a la despreocupación, creo que tiene que ver con un relativismo extremo, resuelto en un nihilismo de masas que quita todo valor a todo; con el mercado y el consumo como leyes universales, impuestas con más  rigor de lo que ningún credo religioso o político lo fue jamás; con la transmutación de valores que se opera en el universo de la publicidad, según el cual sólo se puede ser consumiendo, porque sólo se es lo que se tiene; con un sentido enfermo y compulsivo del viaje, que ha desaparecido como tal –ir placentera y tranquilamente de un lugar a otro– para convertirse en apurada llegada a una meta; con la confusión entre lo importante y lo urgente; con una aceleración y una prisa –las más de las veces injustificadas– que apremian como demonios interiores.
¿Cómo podrían evitarse estas muertes? No sólo con la mejora de las carreteras o la revisión de los coches –lo que, desde luego, rebajaría mucho su número–, sino sobre todo con esa forma de autoestima y de amor a los otros que, en los conductores, se llama prudencia. El problema es que, si lo primero se logra con una buena gestión de los recursos públicos y la debida atención a nuestros coches, lo segundo es más difícil. Porque se conduce como se vive, se vive como se es o como nos obligan a ser; y cambiar el ser –o las condiciones que lo determinan– es más difícil que cambiar el firme de una carretera o el aceite de un coche. Es una cuestión, sobre todo, de valores (Colón, 2001).
CÓMO VOY A EVIDENCIAR LO QUE APRENDÍ
TEMA 1: realizando el comentario crítico del texto “muerte en la carretera” (teniendo en cuenta todos los elementos)
CÓMO ME VAN A VALORAR
Resolviendo las actividades propuestas con responsabilidad en la entrega de las mismas y con honestidad.
AUTOEVALUACIÓN
       1.       Mi comentario crítico contiene todos los elementos.
       2.       Reconocí palabras desconocidas, tema e ideas importantes.
       3.       Logré reconocer los puntos de vista  y opiniones que están en el texto.
TENER EN CUENTA
Fecha máxima de entrega: MIÉRCOLES 10 DE JUNIO de 2020, (pero lo puedes ir enviando en la medida que lo realices)
Favor colocar tu nombre completo y grado al que pertenece, la semana del taller, esta es SEMANA 2 PERIODO II. Recuerda orden en la presentación.
CÓMO ME COMUNICO CON LA PROFSORA MARÍA EUGENIA CARLOSAMA MARTÍNEZ:
Correo electrónico: produccionestextualesweb@gmail.com o al whatsapp: 3007147013.
Cualquier inquietud importante: teléfono 3007147013, en el horario de atención que aparece en blog.


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